Que hija de puta soy. Comí panchos hasta morir casi. Realmente los extrañaba, no soy de comer esa clase de comida chatarra. Es lo que siempre piensan de las personas obesas, que comemos siempre eso, hamburguesas, papas fritas, toda esa mierda. Y no. Comemos mucho quizás de otras cosas. La gente y sus prejuicios del orto, bleh. Me tomé 2 Orlistat juntos, para que al menos, toda esa grasa no se adhiriera en su totalidad a mi cuerpo. Me siento un poco con culpa, pero esta semana haré todos los días a raja tabla la dieta que me impuse seguir e intentaré ir lo más que pueda a natación y al gimnasio.
Me di los gustos que tanto quería? Sí. Soy capaz de enfrentar las consecuencias de mis atracones? También. Hay solución? Obvio. Por eso no desespero. Después de bardearla del modo en que lo hice, siempre aconsejo lo mismo, hay que volver al camino. No importa cuántas veces te vayas al pasto o derrapes; tampoco importa demasiado si vas lento o rápido, lo importante es retomarlo, volver al camino, seguir aunque cueste.
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